miércoles, 7 de marzo de 2007

Kamikazis


El asunto es que Bolivia no necesita cambiar. Su manera de sobrevivir hasta ahora consistió en tomar un atajo e instalarse en un tipo de plenitud que para defenderse tuvo que aprender a parecer lo menos plenitud posible. Y para que la cosa fuera sostenible a través de los siglos, ella misma lo olvidó, es decir, botó su propia llave. Quienes desde afuera alcanzan a intuir esa estrategia, quisieran, no por ella como dicen, sino por ellos mismos, que volviera a encontrar esa llave. ¡Perdónales Señor su buena voluntad! No hay por ahora seres humanos capaces de hacerse cargo de esa noticia. Los habrá seguramente dos o tres milenios adelante. Mientras tanto lo mejor es no hacer nada pero hacerlo de tal manera que parezca que se está cambiando. Los bolivianos se ignoran a sí mismos para defender lo mejor de sí mismos: son kamikazis espirituales. Esa, señores, es la única manera de luchar contra el imperio del mal.

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